Una de las opciones más demandadas en cuanto a nueva vivienda es la restauración o rehabilitación de viviendas antiguas.
Y es que, muchas familias disponen de casas antiguas que han estado vacías y en desuso por muchos años, pero que ofrecen en muchas ocasiones la posibilidad de una reforma integral hasta habilitar la vivienda adaptándola a los gustos y necesidades del nuevo propietario.
En este tipo de obras, es imprescindible hablar de la placa de yeso laminado, por su gran versatilidad y posibilidades que ofrece. Son una solución práctica y asequible para la remodelación o reforma y que además nos aporta una gran variedad de acabados.
Una de sus principales ventajas es la rapidez que aporta en este tipo de obras normalmente largas y tediosas. Su instalación o montaje es bastante rápido. Pues simplemente van atornilladas a una estructura metálica que permite levantar un tabique en un muy poco tiempo.
Además, se puede introducir aislamiento para mejoras térmicas y/o acústicas considerables. Incluso, pueden pegarse a las paredes antiguas para ocultar o sanar daños, y en techos para rebajar altura o tapar cubiertas antiguas.
Otra de las ventajas, es la gran variedad en medidas tanto en longitud, anchura o grosor, como en sus propiedades, pues pueden ser hidrófugas para ambientes húmedos como baños, lavaderos etc., cortafuegos para cocinas, barbacoas, chimeneas en los que se necesita una resistencia al calor superior.
En resumen, aportan al sistema constructivo, ahorro, velocidad de ejecución, acabados, limpieza y aislamiento.